viernes, 6 de mayo de 2011

Bayazid

Bayazid salió a escena en medio de vítores y pétalos de flores lanzados desde todos los rincones del gran Salón. Las primeras notas empezaban a escucharse y Bayazid comenzó a moverse muy suavemente, captando la atención de todos. La noche, el aroma de las flores,el murmullo de la ciudad, las luces de las lámparas, la suave música o tal vez eran las alfombras con hilo de oro que destellaban sobre las telas del traje, pero todas las miradas estaban fijadas en el baile, que era casi tan cautivador como  la bailarina. Todos habían caído rendidos ante su singularidad, especialmente un joven, oculto entre las sombras...